Piel siempre radiante

Mantén siempre tu piel cuidada y no te olvide es ella. El estrés y las prisas diarias son las culpables de que a veces no tengas tanto tiempo para cuidar tu cuerpo, sin embargo recuerda no dejarlo de lado. Incluye en tu rutina de belleza diaria habitual, la exfoliación corporal. Es una parte importante para el cuidado de la piel pero parece que durante el invierno tendemos cometer el error de dejarla de lado.

¿Sientes que tu piel está reseca y su tono es apagado? Elimina las células muertas e impurezas y luce una piel radiante y luminosa.

La exfoliación es una técnica de regeneración de las células de forma totalmente natural. A cada instante, la dermis produce células nuevas, piel nueva. Se regenera asegurando su renovación permanente y mueren a la vez las células que han envejecido.
Es un tratamiento que no, necesariamente, tienes que hacerlo todos los días, pero sí lo ideal es cada 15 días. Es algo muy sencillo que tú misma puedes realizar desde tu casa o bien, si necesitas consejos y un tratamiento más personalizado, puedes acudir a centros nuestro centro de estética Eternal Beauty Clinic y combinarlo con otros tratamientos anticelulíticos e hidratantes; según las necesidades de tu piel.

Beneficios

La exfoliación como tratamiento de belleza corporal beneficia tu piel ayudando a los procesos de eliminación de las células muertas. Con este tratamiento:

Limpia, purifica y tonifica el cuerpo

Ilumina y alisa la piel

Renueva las células

Ayuda a activar la micro-circulación

Combate la celulitis y la antiestética piel de naranja

Evita que el vello se te enquiste

Regula la piel grasa

Elimina la sequedad

¿Cómo hacerlo correctamente?

Para exfoliar la piel puedes encontrar en el mercado diferentes tipos de productos para cada tipo de piel perfectos para eliminar cualquier impureza. Una vez seleccionado el producto debemos aplicarlo así:
Usa una esponja de lufa o un cepillo suave de cerdas. Si no lo tienes también puedes aplicarte el producto directamente con las manos. Aplica una cantidad moderada del producto y masajea suavemente sobre la piel húmeda. Recuerda; no lo hagas con la piel seca ya que puede resultar demasiado agresivo. Masajea todo el cuerpo sin apretar y realiza masajes suaves con movimientos circulares. Para finalizar aclara el producto y sécate con una toalla con toques suaves. Aplica una crema hidratante o un aceite corporal por todo el cuerpo.

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