Uno de los tratamientos estéticos más populares es el de radiofrecuencia, que consiste en la aplicación de ondas electromagnéticas que causan un movimiento rotacional de las moléculas lo que provoca el calentamiento controlado de diferentes capas de la dermis y en cualquier parte del cuerpo. Así pues, sus efectos favorecen:
- El drenaje linfático: para eliminar los líquidos y toxinas que producen el tejido adiposo de la celulitis.
- Una mejora en la circulación de la piel y el tejido subcutáneo: mejora el metabolismo y logra una disminución del aspecto de la piel de naranja y de la flacidez.
- La formación de colágeno nuevo: consiguiendo mayor firmeza en la piel y en el tejido subcutáneo.
- La migración de fibroblastos: para reforzar la estructura de colágeno aportando un resultado de rejuvenecimiento.
El tratamiento de radiofrecuencia es una técnica avanzada que mejora la flacidez de la superficie de la dermis gracias a la aplicación de energía sin incurrir a incisiones ni a periodos de recuperación posteriores. Su aplicación está destinada a los rostros que no requieren de lifting quirúrgico pero sí presentan laxitud en la piel de la cara y el cuello y en la zona periocular, así como en otras áreas del cuerpo como en la parte interna de los brazos y muslos, abdomen y nalgas.
El procedimiento comienza con un estudio previo de las zonas a tratar y el mismo consiste primero en la aplicación de un aceite, para luego proceder a introducir las ondas electromagnéticas durante un periodo de unos 30 minutos en las zonas más pequeñas y 45 en las más extensas, y a través de un cabezal que va moviéndose sobre la piel y que evita quemaduras y abrasiones sobre la misma. No es preciso aplicar anestesia y es un proceso no doloroso.
Al finalizar la sesión se aplica un gel de aloe vera en la dermis y se recomienda beber mucha agua para propiciar el resultado final, aunque no existen contraindicaciones tras el tratamiento ni efectos secundarios negativos. El número de sesiones a realizar varía en función de las características de cada paciente, de los resultados que se esperan lograr y de la zona a tratar.
Los efectos del tratamiento de radiofrecuencia se hacen notar con bastante rapidez siendo el más inmediato la retracción del colágeno, y de forma gradual su reestructuración gracias a la formación de nuevas fibras. Se logra así mayor elasticidad de los tejidos que se traduce en una piel más tersa y en una reducción notable de la flacidez y las arrugas, así como un efecto de tensión.